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jueves, 17 de junio de 2010

LO HE LEIDO CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS


El Caballero de la Armadura Oxidada, de Robert Fisher, un libro sencillo pero que se lee con lágrimas en los ojos.

He seleccionado una pequeña parte que me ha tocado y ha llegado muy dentro
María Cecilia

"Aunque este universo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido"

El caballero reflexionó sobre algunas de las cosas "conocidas" a las que se había aferrado durante toda su vida. Estaba su identidad -quién creía que era y que no era-. Estaban sus creencias -aquello que pensaba que era verdad y lo que consideraba falso-. Y estaban sus juicios -las cosas que tenía por buenas y aquellas que consideraba malas.

El caballero observo la roca y un pensamiento terrible cruzo por su mente: también conocía la roca a la cual se aferraba para seguir con vida. Quería decir la inscripción que debía soltarse y dejarse caer al abismo de lo desconocido?

Pensando que moriría, se dejo ir y se precipito al abismo, a la profundidad infinita de sus recuerdos. Fue cayendo cada vez mas rápidamente, vertiginosamente, mientras su mente descendía hacia su corazón.

Le sobrevino una desconocida sensación de calma y algo muy extraño le sucedió: empezó a caer hacia arriba!.

Había soltado todo aquello que había temido y todo aquello que había sabido y poseído.

Antes, el temor a lo desconocido había entumecido sus sentidos, pero ahora podía experimentar todo con una claridad sorprendente. La calidez del sol del atardecer, la melodía de la suave brisa de la montaña y la belleza de las formas y los colores de la naturaleza que pintaban el paisaje, causaron un placer indescriptible al caballero. Su corazón rebosaba de amor

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