Vuelve atrás, regresame tus manos
lamento, grito, palabras sordas
caigo de vuelta a mis pies
Ya no reconoces mi paisaje
soy desierto y murallas
ensombrecida aridez.
Recogida en ostentosa prisión
mendigo gotas de rocío
caricias hechas harapos.
Me rompo por dentro
la tormenta furiosa
fluye de tu libertad.
Doy giros desesperados
solo viejas voces
de destierro y soledad.
MARÍA CECILIA MURCIA SEGURA