La noche entera
con un hacha
me ha golpeado el dolor,
pero el sueño
pasó lavando como un agua oscura
piedras ensangrentadas.
Hoy de nuevo estoy vivo.
De nuevo
te levanto,
vida,
sobre mis hombros.
Oh vida, copa clara,
de pronto
te llenas
de agua sucia,
de vino muerto,
de agonía, de pérdidas,
de sobrecogedoras telarañas,
y muchos creen
que ese color de infierno
guardarás para siempre.
No es cierto.
Pasa una noche lenta,
pasa un solo minuto
y todo cambia.
Se llena
de transparencia
la copa de la vida.
El trabajo espacioso
nos espera.
De un solo golpe nacen las palomas.
Se establece la luz sobre la tierra.
Vida, los pobres
poetas
te creyeron amarga,
no salieron contigo
de la cama
con el viento del mundo.
Recibieron los golpes
sin buscarte,
se barrenaron
un agujero negro
y fueron sumergiéndose
en el luto
de un pozo solitario.
No es verdad, vida,
eres
bella
como la que yo amo
y entre los senos tienes
olor a menta.
Vida,
eres
una máquina plena,
felicidad, sonido
de tormenta, ternura
de aceite delicado.
Vida,
eres como una viña:
atesoras la luz y la repartes
transformada en racimo.
el que de ti reniega
que espere
un minuto, una noche,
un año corto o largo,
que salga
de su soledad mentirosa,
que indague y luche, junte
sus manos a otras manos,
que no adopte ni halague
a la desdicha,
que la rechace dándole
forma de muro,
como a la piedra los picapedreros,
que corte la desdicha
y se haga con ella
pantalones.
La vida nos espera
a todos
los que amamos
el salvaje
olor a mar y menta
que tiene entre los senos.
Páginas
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jueves, 15 de diciembre de 2016
NO TE DETENGAS - Walt Whitman
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
jueves, 1 de diciembre de 2016
POR QUÉ TE VAS? María Cecilia Murcia S
No partas aún estrella mía
Brilla, brilla, brilla
y tu canción ven a cantar.
No partas aún estrella mía
Devuélveme en tu sueño
tu vestido azul de mar.
No partas aún estrella mía
Entrégame tu bella noche
en el fulgor de tu mirar.
No partas aún estrella mía
Alcánzame la blanca arena
sobre tus pies al caminar
No partas aún estrella mía
No partas aún...
No....
Brilla, brilla, brilla
y tu canción ven a cantar.
Devuélveme en tu sueño
tu vestido azul de mar.
No partas aún estrella mía
Entrégame tu bella noche
en el fulgor de tu mirar.
No partas aún estrella mía
Alcánzame la blanca arena
sobre tus pies al caminar
No partas aún estrella mía
No partas aún...
No....
miércoles, 31 de agosto de 2016
DONES - Norman MacCaig
Te doy un vacío
Te doy plenitud
desenvuélvelos con cuidado
--uno es tan frágil como el otro--
y cuando me des las gracias
fingiré no advertir la duda en tu voz
cuando digas que es lo que deseabas.
Déjalos en la mesa que tienes junto a la cama.
Cuando despiertes por la mañana
habrán penetrado en tu cabeza
por la puerta del sueño. Dondequiera que vayas
irán contigo y
dondequiera que estés te maravillarás
sonriente de la plenitud
a la que nada puedes sumar y el vacío
que puedes colmar.
Te doy plenitud
desenvuélvelos con cuidado
--uno es tan frágil como el otro--
y cuando me des las gracias
fingiré no advertir la duda en tu voz
cuando digas que es lo que deseabas.
Déjalos en la mesa que tienes junto a la cama.
Cuando despiertes por la mañana
habrán penetrado en tu cabeza
por la puerta del sueño. Dondequiera que vayas
irán contigo y
dondequiera que estés te maravillarás
sonriente de la plenitud
a la que nada puedes sumar y el vacío
que puedes colmar.
ANHELO DICHOSO - Goethe
No se lo digas a nadie, sino tan solo a los sabios, que el vulgo siempre propende a la burla y el sarcasmo; pero al que ansía consumirse en la llama, yo lo alabo. En el frescor de las noches amorosas, en el trueque plácido de las caricias, al ver la vela que esplende y el cuarto alumbra tranquila, un extraño sentimiento más de una vez acomete. No quisieras seguir preso en la sombra y las tinieblas, y de una vida más alta un ansia sientes violenta. Para ti no hay ya distancias: suelto y libre alzas el vuelo hacia la llama, y al fin, igual que la mariposa, ella abrazas tu cuerpo. Que mientras en ti cumplido no veas el "¡Muere y transfórmate!", serás en la oscura tierra no más que un huésped borroso que vaga entre las tinieblas.
domingo, 10 de julio de 2016
ODIO LOS SILENCIOS
Hay momentos en que los silencios son estruendosos, gritan, se enredan, se endurecen, golpean y así mismo concluyen pensamientos que aparecen descoloridos y se entenebrecen.
Odio esa pausa que se extiende, que solo debe terminar.
Ese silencio interior que agobia, que debe sacudirse, aplastarse.
Es como un testigo de cuánto estoy desapareciendo
Odio el silencio
Odio esa pausa que se extiende, que solo debe terminar.
Ese silencio interior que agobia, que debe sacudirse, aplastarse.
Es como un testigo de cuánto estoy desapareciendo
Odio el silencio
domingo, 5 de junio de 2016
FLORA - Gilberti Gil
Imagino-te já idosa
Frondosa toda a folhagem
Multiplicada a ramagem
De agora
Tendo tudo transcorrido
Flores e frutos da imagem
Com que faço essa viagem
Pelo reino do teu nome
Ó, Flora
Imagino-te jaqueira
Postada à beira da estrada
Velha, forte, farta, bela
Senhora
Pelo chão, muitos caroços
Como que restos dos nossos
Próprios sonhos devorados
Pelo pássaro da aurora
Ó, Flora
Imagino-te futura
Ainda mais linda, madura
Pura no sabor de amor e
De amora
Toda aquela luz acesa
Na doçura e na beleza
Terei sono, com certeza
Debaixo da tua sombra
Ó, Flora
Enviar la traducción
Adicionar en la playlist
Acordes
Imprimir
Corregir
Composición: Gilberto Gil ·
Música-anzol - "Era o verão de 79. Ela estava passando férias em Salvador. Eu a tinha conhecido um mês antes, e nós ainda não namorávamos. Telefonei para um amigo comum. 'Diga que eu quero vê-la, que vou estar no Teatro Vila Velha entre quatro e seis da tarde. Tenho uma coisa pra mostrar a ela.' Quando ela chegou, eu cantei a música.
"Flora foi portanto uma cantada literal. Cantei Flora na canção e com a canção. É minha única canção-cantada; que bom que tenha ficado suficiente em beleza e elegância. A alma exigia capricho: o sentimento era intenso, e o desejo, de uma relação durável. O que eu cantava não era só uma pessoa, mas toda uma vida com ela. Na letra eu já a imagino 'idosa', 'bela senhora', 'futura'. Elis é que me disse: 'Nunca uma mulher teve de um homem uma música dessa!' Uma música em que já se-lhe-oferecia a conformidade a estados que iriam aparecer na sucessão de eventos no tempo.
"A canção teve pra mim, como talvez pra ela, o caráter da irrecusabilidade da proposta. Flora foi além das intenções nela contidas; acabou tendo uma função. A cantada funcionou. É bom que a música e a poesia também tenham essa utilidade. Um modo sutil de ser útil. Uma sutil utilidade; uma 'sutilidade'..."
Um não-sei-o-que-é - "Há algumas canções na minha obra que me dão a sensação de um deslocamento para um outro plano, onde a poesia tem os seus elfos, as suas ninfas... Flora é uma delas. Ali parece que o ser da paixão se desloca também, usando a canção como se fora instrumento, escrava dele; que o conjunto da habilidade e do talento do indivíduo, eu, estiveram a serviço de uma encomenda feita por uma outra coisa, um ser, em destaque.
"Minha sensação é de que essas músicas (Metáfora é outra; Dada, também) respondem a uma questão que não era minha enquanto artista; em princípio, é como se eu não as tivesse feito. É como se, de repente, através delas eu pudesse ter acesso a uma leve presença de um ser poético que fosse um espírito, um ser da categoria dos transmateriais, para o qual o criador homem fosse cego: o ser das coisas, o ser eterno.
"Eu mesmo não o enxergo e tenho uma grande dificuldade com a apreensão do significado de expressões tais como 'o espírito do poeta', 'o espírito das coisas'; às vezes eu chego perto de alcançá-lo, outras, ele me foge. Parece algo ao mesmo tempo palpável e fugidio; é um negar-se ao afirmar-se, um afirmar-se ao negar-se; é uma coisa... eu não sei realmente o que é..."
- É um não-sei-o-que-é!
Gil: "Um não-sei-o-que-é! Bravo! É esse tipo de natureza que eu atribuo ao tal ser de que falo."
Frondosa toda a folhagem
Multiplicada a ramagem
De agora
Tendo tudo transcorrido
Flores e frutos da imagem
Com que faço essa viagem
Pelo reino do teu nome
Ó, Flora
Imagino-te jaqueira
Postada à beira da estrada
Velha, forte, farta, bela
Senhora
Pelo chão, muitos caroços
Como que restos dos nossos
Próprios sonhos devorados
Pelo pássaro da aurora
Ó, Flora
Imagino-te futura
Ainda mais linda, madura
Pura no sabor de amor e
De amora
Toda aquela luz acesa
Na doçura e na beleza
Terei sono, com certeza
Debaixo da tua sombra
Ó, Flora
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Composición: Gilberto Gil ·
COMENTARIO EN LA PÁGINA DE GILBERTO GIL EN FACEBOOK
Para Gil, seria difícil não aproveitar a sugestão poética de um nome tão bonito "para expressar todo um afeto a partir de uma 'viagem pelo reino do seu nome'. Eu não resisti. Assim, os elementos e as imagens da canção são todos extraídos do reino vegetal. Flora é como se eu penetrasse no bosque para encontrar a fada."
Das relações entre música e números e do gosto pela composição dividida em três partes, com sua justificativa - "Fiz as duas primeiras partes [cada parte dividida, na transcrição, em duas estrofes] num dia e, insatisfeito com isso, fiz no outro a terceira, que me satisfaz menos. Aquelas são muito profundas, densas, e a última mais diluída, ornamental - ficou como se fosse de presente pra ela, Flora. Ainda assim achei melhor mantê-la, pela minha mania do três; pela idéia de síntese que o número três dá. Às vezes duas partes são suficientes, mas em geral eu prefiro colocar mais uma, para promover dois deslocamentos semânticos entre as unidades - um, da primeira para a segunda, e outro, da segunda para a terceira. Quer dizer: três (partes) pra dois (movimentos)."Música-anzol - "Era o verão de 79. Ela estava passando férias em Salvador. Eu a tinha conhecido um mês antes, e nós ainda não namorávamos. Telefonei para um amigo comum. 'Diga que eu quero vê-la, que vou estar no Teatro Vila Velha entre quatro e seis da tarde. Tenho uma coisa pra mostrar a ela.' Quando ela chegou, eu cantei a música.
"Flora foi portanto uma cantada literal. Cantei Flora na canção e com a canção. É minha única canção-cantada; que bom que tenha ficado suficiente em beleza e elegância. A alma exigia capricho: o sentimento era intenso, e o desejo, de uma relação durável. O que eu cantava não era só uma pessoa, mas toda uma vida com ela. Na letra eu já a imagino 'idosa', 'bela senhora', 'futura'. Elis é que me disse: 'Nunca uma mulher teve de um homem uma música dessa!' Uma música em que já se-lhe-oferecia a conformidade a estados que iriam aparecer na sucessão de eventos no tempo.
"A canção teve pra mim, como talvez pra ela, o caráter da irrecusabilidade da proposta. Flora foi além das intenções nela contidas; acabou tendo uma função. A cantada funcionou. É bom que a música e a poesia também tenham essa utilidade. Um modo sutil de ser útil. Uma sutil utilidade; uma 'sutilidade'..."
Um não-sei-o-que-é - "Há algumas canções na minha obra que me dão a sensação de um deslocamento para um outro plano, onde a poesia tem os seus elfos, as suas ninfas... Flora é uma delas. Ali parece que o ser da paixão se desloca também, usando a canção como se fora instrumento, escrava dele; que o conjunto da habilidade e do talento do indivíduo, eu, estiveram a serviço de uma encomenda feita por uma outra coisa, um ser, em destaque.
"Minha sensação é de que essas músicas (Metáfora é outra; Dada, também) respondem a uma questão que não era minha enquanto artista; em princípio, é como se eu não as tivesse feito. É como se, de repente, através delas eu pudesse ter acesso a uma leve presença de um ser poético que fosse um espírito, um ser da categoria dos transmateriais, para o qual o criador homem fosse cego: o ser das coisas, o ser eterno.
"Eu mesmo não o enxergo e tenho uma grande dificuldade com a apreensão do significado de expressões tais como 'o espírito do poeta', 'o espírito das coisas'; às vezes eu chego perto de alcançá-lo, outras, ele me foge. Parece algo ao mesmo tempo palpável e fugidio; é um negar-se ao afirmar-se, um afirmar-se ao negar-se; é uma coisa... eu não sei realmente o que é..."
- É um não-sei-o-que-é!
Gil: "Um não-sei-o-que-é! Bravo! É esse tipo de natureza que eu atribuo ao tal ser de que falo."
miércoles, 25 de mayo de 2016
LO COTIDIANO - Rosario Castellanos
Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día;
este cabello triste que se cae
cuando te estás peinando ante el espejo.
Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfixia;
las paredes sin ojos,
el hueco que resuena
de alguna voz oculta y sin sentido.
Para el amor no hay tregua, amor. La nocheno se vuelve, de pronto, respirable.
Y cuando un astro rompe sus cadenas
y lo ves zigzaguear, loco, y perderse,
no por ello la ley suelta sus garfios.
El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla
el sabor de las lágrimas.
Y en el abrazo ciñes
el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.
este cabello triste que se cae
cuando te estás peinando ante el espejo.
Esos túneles largos que se atraviesan con jadeo y asfixia;
las paredes sin ojos,
el hueco que resuena
de alguna voz oculta y sin sentido.
Para el amor no hay tregua, amor. La nocheno se vuelve, de pronto, respirable.
Y cuando un astro rompe sus cadenas
y lo ves zigzaguear, loco, y perderse,
no por ello la ley suelta sus garfios.
El encuentro es a oscuras. En el beso se mezcla
el sabor de las lágrimas.
Y en el abrazo ciñes
el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte.
APUNTES PARA UNA DECLARACIÓN DE FE - Rosario Castellanos
El mundo gime estéril como un hongo.
Es la hoja caduca y sin viento en otoño,
La uva pisoteada en el lagar del tiempo
pródiga en zumos agrios y letales.
Es esta rueda isócrona fija entre cuatro cirios,
esta nube exprimida y paralítica
y esta sangre blancuzca en un tubo de ensayo.
Es la hoja caduca y sin viento en otoño,
La uva pisoteada en el lagar del tiempo
pródiga en zumos agrios y letales.
Es esta rueda isócrona fija entre cuatro cirios,
esta nube exprimida y paralítica
y esta sangre blancuzca en un tubo de ensayo.
La soledad trazó su paisaje de escombros.
La desnudez hostil es su cifra ante el hombre.
La desnudez hostil es su cifra ante el hombre.
Sin embargo, recuerdo...
En un día de amor yo bajé hasta la tierra:
vibraba como un pájaro crucificado en vuelo
y olía a hierba húmeda, a cabellera suelta,
a cuerpo traspasado de sol al mediodía.
Era como un durazno o como una mejilla
y encerraba la dicha
como los labios encierran un beso.
vibraba como un pájaro crucificado en vuelo
y olía a hierba húmeda, a cabellera suelta,
a cuerpo traspasado de sol al mediodía.
Era como un durazno o como una mejilla
y encerraba la dicha
como los labios encierran un beso.
Ese día de amor yo fui como la tierra:
sus jugos me sitiaban tumultuosos y dulces
y la raíz bebía con mis poros el aire
y un rumor galopaba desde siempre
para encontrar los cauces de mi oreja.
Al través de mi piel corrían las edades:
se hacía la luz, se desgarraba el cielo
y se extasiaba -eterno- frente al mar.
El mundo era la forma perpetua del asombro
renovada en el ir y venir de la ola,
consubstancial al giro de la espuma
y el silencio, una simple condición de las cosas.
sus jugos me sitiaban tumultuosos y dulces
y la raíz bebía con mis poros el aire
y un rumor galopaba desde siempre
para encontrar los cauces de mi oreja.
Al través de mi piel corrían las edades:
se hacía la luz, se desgarraba el cielo
y se extasiaba -eterno- frente al mar.
El mundo era la forma perpetua del asombro
renovada en el ir y venir de la ola,
consubstancial al giro de la espuma
y el silencio, una simple condición de las cosas.
Pero alguien (ya no acierto
con la estructura inmensa de su nombre)
dijo entonces: "No es bueno
que la belleza esté desamparada"
y electrizó una célula.
con la estructura inmensa de su nombre)
dijo entonces: "No es bueno
que la belleza esté desamparada"
y electrizó una célula.
En el principio -dice
esta capa geológica que toco-
era sólo la danza:
cintura de la gracia que congrepa
juventudes y música en su torno.
En el principio era el movimiento.
esta capa geológica que toco-
era sólo la danza:
cintura de la gracia que congrepa
juventudes y música en su torno.
En el principio era el movimiento.
Cada especie quería constatarse, saberse
y ensayaba las notas de su esencia:
la jirafa alargaba la garganta
para abrevar en nubes de limón.
Punzaba el aire en las avispas múltiples
y vertía chorritos de miel en cada herida
para que el equilibrio permaneciera invicto.
y ensayaba las notas de su esencia:
la jirafa alargaba la garganta
para abrevar en nubes de limón.
Punzaba el aire en las avispas múltiples
y vertía chorritos de miel en cada herida
para que el equilibrio permaneciera invicto.
El ciervo competía con la brisa
y el hombre daba vueltas alrededor de un árbol
trenzado de manzanas y serpientes.
y el hombre daba vueltas alrededor de un árbol
trenzado de manzanas y serpientes.
Nadie lo confesaba, pero todos
estaban orgullosos de ser como juguetes
en las manos de un niño.
estaban orgullosos de ser como juguetes
en las manos de un niño.
Redondeaban su sombra los planetas
y rebotaban locos de alegría
en las altas paredes del espacio
teñidas de antemano en un risueño azul.
y rebotaban locos de alegría
en las altas paredes del espacio
teñidas de antemano en un risueño azul.
No me explico por qué
fue indispensable que alguien inventara el reloj
y desde entonces todo se atrasa o se adelanta,
la vida se fracciona en horas y en minutos
o se quiebra o se para.
fue indispensable que alguien inventara el reloj
y desde entonces todo se atrasa o se adelanta,
la vida se fracciona en horas y en minutos
o se quiebra o se para.
La manzana cayó; pero no sobre un Newton
de fácil digestión,
sino sobre el atónito apetito de Adán.
(Se atragantó con ella como era natural.)
de fácil digestión,
sino sobre el atónito apetito de Adán.
(Se atragantó con ella como era natural.)
¡Qué implacable fue Dios -ojo que atisba
a través de una hoja de parra ineficaz!
¡Cómo bajó el arcángel relumbrando
con una decidida espada de latón!
a través de una hoja de parra ineficaz!
¡Cómo bajó el arcángel relumbrando
con una decidida espada de latón!
Tal vez no debería yo hablar de la serpiente
pero desde esa vez es un escalofrío
en la columna vertebral del universo.
Tal vez yo no debiera descubrirlo
pero fue el primer círculo vicioso
mordiéndose la cola.
Porque esto, en realidad, sólo tendría importancia
si ella lo supiera.
Pero lo ignora todo reptando por el suelo,
dormitando en la siesta.
pero desde esa vez es un escalofrío
en la columna vertebral del universo.
Tal vez yo no debiera descubrirlo
pero fue el primer círculo vicioso
mordiéndose la cola.
Porque esto, en realidad, sólo tendría importancia
si ella lo supiera.
Pero lo ignora todo reptando por el suelo,
dormitando en la siesta.
Ah, si se levantara
sin el auxilio de fakires indios
a contemplar su obra.
Aquí estaríamos todos:
la horda devastando la pradera,
dejando siempre a un lado el horizonte,
tratando de tachar la mañana remota,
de arrasar con la sal de nuestras lágrimas
el campo en que se alzaba el Paraíso.
Gritamos ¡adelante! por no mirar atrás.
El camino se queda señalado
-estatua tras estatua- por la mujer de Lot.
Queremos olvidar la leche que sorbimos
en las ubres de Dios.
Dios nos amamantaba en figura de loba
como a Rómulo y Remo, abandonados.
sin el auxilio de fakires indios
a contemplar su obra.
Aquí estaríamos todos:
la horda devastando la pradera,
dejando siempre a un lado el horizonte,
tratando de tachar la mañana remota,
de arrasar con la sal de nuestras lágrimas
el campo en que se alzaba el Paraíso.
Gritamos ¡adelante! por no mirar atrás.
El camino se queda señalado
-estatua tras estatua- por la mujer de Lot.
Queremos olvidar la leche que sorbimos
en las ubres de Dios.
Dios nos amamantaba en figura de loba
como a Rómulo y Remo, abandonados.
Abandonados siempre. ¿De qué? ¿De quién? ¿De dónde?
No importa. Nada más abandonados.
Cantamos porque sí, porque tenenmos miedo,
un miedo atroz, bestial, insobornable
y nos emborrachamos de palabras
o de risa o de angustia.
No importa. Nada más abandonados.
Cantamos porque sí, porque tenenmos miedo,
un miedo atroz, bestial, insobornable
y nos emborrachamos de palabras
o de risa o de angustia.
¡Qué cuidadosamente nos mentimos!
¡Qué cotidianamente planchamos nuestras máscaras
para hormiguear un rato bajo el sol!
¡Qué cotidianamente planchamos nuestras máscaras
para hormiguear un rato bajo el sol!
No, yo no quiero hablar de nuestras noches
cuando nos retorcemos como papel al fuego.
Los espejos se inundan y rebasan de espanto
mirando estupefactos nuestros rostros.
Entonces queda limpio el esqueleto.
Nuestro cráneo reluce igual que una moneda
y nuestros ojos se hunden interminablemente.
Una caricia galvaniza los cadáveres:
sube y baja los dedos de sonido metálico
contando y recontando las costillas.
Encuentra simpre con que falta una
y vuelve a comenzar y a comenzar.
cuando nos retorcemos como papel al fuego.
Los espejos se inundan y rebasan de espanto
mirando estupefactos nuestros rostros.
Entonces queda limpio el esqueleto.
Nuestro cráneo reluce igual que una moneda
y nuestros ojos se hunden interminablemente.
Una caricia galvaniza los cadáveres:
sube y baja los dedos de sonido metálico
contando y recontando las costillas.
Encuentra simpre con que falta una
y vuelve a comenzar y a comenzar.
Engaño en este ciego desnudarse,
terror del ataúd escondido en el lecho,
del sudario extendido
y la marmórea lápida cayendo sobre el pecho.
¡No poder escapar del sueño que hace muecas
obscenas columpiándose en las lámparas!
Es así como nacen nuestros hijos.
Parimos con dolor y con vergüenza,
cortamos el cordón umbilical aprisa
como quien se desprende de un fardo o de un castigo.
terror del ataúd escondido en el lecho,
del sudario extendido
y la marmórea lápida cayendo sobre el pecho.
¡No poder escapar del sueño que hace muecas
obscenas columpiándose en las lámparas!
Es así como nacen nuestros hijos.
Parimos con dolor y con vergüenza,
cortamos el cordón umbilical aprisa
como quien se desprende de un fardo o de un castigo.
Es así como amamos y gozamos
y aún de este festín de gusanos hacemos
novelas pornográficas
o películas sólo para adultos.
Y nos regocijamos de estar en el secreto,
de guiñarnos los ojos a espaldas de la muerte.
y aún de este festín de gusanos hacemos
novelas pornográficas
o películas sólo para adultos.
Y nos regocijamos de estar en el secreto,
de guiñarnos los ojos a espaldas de la muerte.
La serpiente debía tener manos
para frotarlas, una contra otra,
como un burgués rechoncho y satisfecho.
Tal vez para lavárselas lo mismo que Pilatos
o bien para aplaudir o simplemente
para tener bastón y puro
y sombrero de paja como un dandy.
La serpiente debía tener manos
para decirle: estamos en tus manos.
Porque si un día cansados de este morir a plazos
queremos suicidarnos abriéndonos las venas
como cualquier romano,
nos sorprende saber que no tenemos sangre
ni tinta enrojecida:
que nos circula un aire tan gratis como el agua.
Nos sorprende palpar un corazón en huelga
y unos sesos sin tapa saltarina
y un estómago inmune a los venenos.
El suicidio también pasó de moda
y no conviene dar un paso en falso
cuando mejor podemos deslizarnos.
¡Qué gracia de patines sobre el hielo!
¡Qué tobogán más fino! ¡Qué pista lubricada!
¡Qué maquinaria exacta y aceitada!
para frotarlas, una contra otra,
como un burgués rechoncho y satisfecho.
Tal vez para lavárselas lo mismo que Pilatos
o bien para aplaudir o simplemente
para tener bastón y puro
y sombrero de paja como un dandy.
La serpiente debía tener manos
para decirle: estamos en tus manos.
Porque si un día cansados de este morir a plazos
queremos suicidarnos abriéndonos las venas
como cualquier romano,
nos sorprende saber que no tenemos sangre
ni tinta enrojecida:
que nos circula un aire tan gratis como el agua.
Nos sorprende palpar un corazón en huelga
y unos sesos sin tapa saltarina
y un estómago inmune a los venenos.
El suicidio también pasó de moda
y no conviene dar un paso en falso
cuando mejor podemos deslizarnos.
¡Qué gracia de patines sobre el hielo!
¡Qué tobogán más fino! ¡Qué pista lubricada!
¡Qué maquinaria exacta y aceitada!
Así nos deslizamos pulcramente
en los tés de las cinco -no en punto- de la tarde,
en el cocktail o el pic-nic o en cualquiera
costumbre traducida del inglés.
Padecemos alegia por las rosas,
por los claros de luna, por los valses
y las declaraciones amorosas por carta.
en los tés de las cinco -no en punto- de la tarde,
en el cocktail o el pic-nic o en cualquiera
costumbre traducida del inglés.
Padecemos alegia por las rosas,
por los claros de luna, por los valses
y las declaraciones amorosas por carta.
A nadie se le ocurre morir tuberculoso
ni escalar los balcones ni suspirar en vano.
Ya no somos románticos.
Es la generación moderna y problemática
que toma coca-cola y que habla por teléfono
y que escribe poemas en el dorso de un cheque.
Somos la raza estrangulada por la inteligencia,
"La insuperable,
mundialmente famosa trapecista
que ejecuta sin mácula
triple salto mortal en el vacío".
(La inteligencia es una prostituta
que se vende por un poco de brillo
y que no sabe ya ruborizarse.)
ni escalar los balcones ni suspirar en vano.
Ya no somos románticos.
Es la generación moderna y problemática
que toma coca-cola y que habla por teléfono
y que escribe poemas en el dorso de un cheque.
Somos la raza estrangulada por la inteligencia,
"La insuperable,
mundialmente famosa trapecista
que ejecuta sin mácula
triple salto mortal en el vacío".
(La inteligencia es una prostituta
que se vende por un poco de brillo
y que no sabe ya ruborizarse.)
Puede ser que algún día
invitemos a un habitante de Marte
para un fin de semana en nuestra casa.
Visitaría en Europa lo típico:
alguna ruina humeante
o algún pueblo afilando las garras y los diente.
Alguna catedral mal ventilada,
invadida de moho y oro inútil
y en el fondo un cartel: ´Negocio en quiebra."
Fotografiaría como experto turista
los vientres abultados de los niños enfermos,
las mujeres violadas en la gruerra,
los viejos arrastrando en una carretilla
un ropero sin lunas y una cuna maltrecha.
Al Papa bendiciendo un cañón y un soldado,
y las familias reales sordomudas e idiotas,
al hombre que trabaja rebosante de odio
y al que vende el horno de sus abuelos
a la heredera del millón de dólares.
invitemos a un habitante de Marte
para un fin de semana en nuestra casa.
Visitaría en Europa lo típico:
alguna ruina humeante
o algún pueblo afilando las garras y los diente.
Alguna catedral mal ventilada,
invadida de moho y oro inútil
y en el fondo un cartel: ´Negocio en quiebra."
Fotografiaría como experto turista
los vientres abultados de los niños enfermos,
las mujeres violadas en la gruerra,
los viejos arrastrando en una carretilla
un ropero sin lunas y una cuna maltrecha.
Al Papa bendiciendo un cañón y un soldado,
y las familias reales sordomudas e idiotas,
al hombre que trabaja rebosante de odio
y al que vende el horno de sus abuelos
a la heredera del millón de dólares.
Y luego le diríamos:
Esto es solo la Europa de pandereta.
Detrás está la verdadera Europa:
la rica en frigoríficos -almacenes de estatuas
donde la luz de un cuadro se congela,
donde el verbo no puede hacerse carne.
Allí la vida yace entre algodones
y mira tristemente tras el cristal opaco
que la protege de corrientes de aire.
En estas vastas galerías de muertos,
de fantasmas reumáticos y polvo,
nos hinchamos de orgullo y de soberbia."
Esto es solo la Europa de pandereta.
Detrás está la verdadera Europa:
la rica en frigoríficos -almacenes de estatuas
donde la luz de un cuadro se congela,
donde el verbo no puede hacerse carne.
Allí la vida yace entre algodones
y mira tristemente tras el cristal opaco
que la protege de corrientes de aire.
En estas vastas galerías de muertos,
de fantasmas reumáticos y polvo,
nos hinchamos de orgullo y de soberbia."
Los rascacielos ya los ha visto de lejos:
los colmenares rubios donde los hombres nacen,
trabajan, se enriquecen y se pudren
sin preguntarse nunca para qué todo esto,
sin indagar jamás como se viste el lirio
y sin arrepentirse de su contento estúpido.
los colmenares rubios donde los hombres nacen,
trabajan, se enriquecen y se pudren
sin preguntarse nunca para qué todo esto,
sin indagar jamás como se viste el lirio
y sin arrepentirse de su contento estúpido.
Abandonemos ya tanto cansancio.
Dejemos que los muertos entierren a sus muertos
y busquemos la aurora
apasionadamente atentos a su signo.
Dejemos que los muertos entierren a sus muertos
y busquemos la aurora
apasionadamente atentos a su signo.
Porque hay aún un continente verde
que imanta nuestras brújulas.
Un ancho acabamiento de pirámides
en cuyas cumbres bailan doncellas vegetales
con ritmos milenarios y recientes
de quien lleva en los pies la sabia y el misterio.
Un cielo que las flechas desconocen
custodiado de mitos y piedras fulgurantes.
Hay enmarañamientos de raices
y contorsión de troncos y confusión de ramas.
Hay elásticos pasos de jaguares
proyectados -silencio y terciopelo-
hacia el vuelo inasible de la garra.
que imanta nuestras brújulas.
Un ancho acabamiento de pirámides
en cuyas cumbres bailan doncellas vegetales
con ritmos milenarios y recientes
de quien lleva en los pies la sabia y el misterio.
Un cielo que las flechas desconocen
custodiado de mitos y piedras fulgurantes.
Hay enmarañamientos de raices
y contorsión de troncos y confusión de ramas.
Hay elásticos pasos de jaguares
proyectados -silencio y terciopelo-
hacia el vuelo inasible de la garra.
Aquí parece que empezara el tiempo
en solo un remolino de animales y nubes,
de gigantescas hojas y relámpagos,
de bilingues entrañas desangradas.
en solo un remolino de animales y nubes,
de gigantescas hojas y relámpagos,
de bilingues entrañas desangradas.
Corren ríos de sangres sobre la tierra ávida
corren vivificando las más altas orquídeas,
las más esclarecidas amapolas.
Se evaporan rugientes en los templos
ante la impenetrable pupila de obsidiana.
Brotan como una fuente repentina
al chasquido de un látigo.
Crecen en le abrazo enorme y doloroso
del cántaro de barro con el licor latino.
corren vivificando las más altas orquídeas,
las más esclarecidas amapolas.
Se evaporan rugientes en los templos
ante la impenetrable pupila de obsidiana.
Brotan como una fuente repentina
al chasquido de un látigo.
Crecen en le abrazo enorme y doloroso
del cántaro de barro con el licor latino.
Río de sangre eterno y derramado
que deposita limos fecundos en la tierra.
Su caudal se nos pierde a veces en el mapa
y luego lo encontramos
-ocre y azul- rigiendo nuestro pulso.
que deposita limos fecundos en la tierra.
Su caudal se nos pierde a veces en el mapa
y luego lo encontramos
-ocre y azul- rigiendo nuestro pulso.
Río de sangre, cinturón de fuego.
En las tierras que tiñe, en la selva multípara,
en el litoral bravo de mestiza
mellado de ciclones y tormentas,
en este continente que agoniza
bien podemos plantar una esperanza.
En las tierras que tiñe, en la selva multípara,
en el litoral bravo de mestiza
mellado de ciclones y tormentas,
en este continente que agoniza
bien podemos plantar una esperanza.
viernes, 22 de abril de 2016
miércoles, 30 de marzo de 2016
De Noche - Rafael Pombo
La vieillese esf une voyageuse de nuit
Chateaubriand
No ya mi corazón desasosiegan
Las mágicas visiones de otros días.
¡Oh Patria! ¡oh casa! ¡oh sacras musas mías!. . .
Silencio! Unas no son, otras me niegan.
Los gajos del pomar ya no doblegan
Para mí sus purpureas ambrosías;
Y del rumor de ajenas alegrías
Sólo ecos melancólicos me llegan.
Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche
Son ceguedad. ¡Feliz el que consulta
Oráculos mas altos que su dueño!
Es la Vejez viajera de la noche;
Y al paso que la tierra se le oculta,
Abrese amigo a su mirada el cielo.
Junio 1° de 1890
Valsando - Rafael Pombo
Casta madonna del siglo trece,
En fondo de oro la blanca luna;
Un cielo inmenso, sin mancha alguna,
Que al que lo mira rejuvenece,
Y en su éter puro nos desvanece,
Dando alas de Ángel al corazón:
Y en mis oídos vibrando el rápido
Vals embriagante de aquellos días
En que girando loca de júbilo
Entre mis brazos amanecías,
Y negra hallábamos el alba hermosa
Que con sus tintas de perla rosa
Nos daba el toque de dispersión.
En esta noche, bajo este cielo,
A sus compases inflamadores,
Que alegre mi alma levanta el vuelo
Y torna al cielo de sus amores,
ya percibe tu aura de flores,
Y
Y el dulce peso
LO DESCONOCIDO - Rafael Pombo
(En el álbum de una bella desconocida)
¿Qué instinto misterioso al hombre inclina
Al despego y frialdad por todo aquello
Que ya conoce, y a vestir de encanto
Y aun perseguir con afanosa industria
Todo lo que le es desconocido?
La cumbre azul de inaccesible monte,
La temblorosa estrella, el pajarillo
Que canta y no se ve, la forma vaga
Que definir las sombras no permiten;
El raudal que velado entre hondo bosque
Estrepitoso se derrumba; el río
Que por arcos de selva entrando vemos
A otro mayor do navegando vamos;
Una frase fugaz de amiga boca
Que a medias, percibimos; un sarao
Desde afuera escuchado; un pie que asoma
La media estrofa de un papel rasgado;
La inscripción rota, la actitud y asunto
Del torso antiguo, el fondo del estanque,
Los remotos orígenes del Nilo;
La ignota mano que escribió un billete
La nave que en la bruma se consume;
El crepúsculo incierto, grato al alma
Muy más que el esplendor del medio día;
Los cuasi temas, los acordes sueltos
Que de lejana másica nos traen
Las ráfagas del viento caprichosas;
El recién muerto, cuyo gesto inmóvil
Calla pertinazmente el gran secreto
Que fascinada el alma le pregunta;
El héroe muerto en flor, que siempre excede
A cuantos su epopeya remataron...
Hay en todo eso el íntimo atractivo
De lo desconocido o lo incompleto
Que a investigar o a completar provoca.
Oigo en todo eso un ¡búscame! irritante;
Imán de lo infinito a lo finito;
O una belleza de ilusión que acaso
La belleza real no alcanza nunca .
Parece que abrigara el alma humana
Tipos de toda perfección , los cuales
En infalible idealidad modelan
Los breves elementos que reciben;
Mientras que, si tentamos coronarlo
Con nuestros medios materiales, todo
De los sentidos la torpeza acusa.
Pero ese afán perseguidor envuelve
La mejor lucha de la vida, y llenos
Siglos y tierra están de sus conquistas.
De allí la ciencia, progresiva marcha
De lo noto a lo ignoto, a la cual deben
El cielo estrellas, y la tierra un mundo;
De allí el perdido Edén y de allí el Arte,
Cazador de hermosura, que delira
En volver a encontrar el Paraíso
De allí la Historia, la locuaz curiosa;
De allí el Amor, pues siempre en lo que amamos,
Algo, a nuestro pesar, desconocemos;
Y de allí, el desamor para el ingenio
Que, como un libro de escolar, permite
Que el corazón le aprenda de memoria;
Allí la Fe, visión de lo invisible;
Allí, en fin, el instinto, la conciencia
De un destino inmortal; de algo que abraza
Juntos misterio y solución de todo;
Unidad, perfección de perfecciones;
Causa primera y fin de cuanto existe;
Consciente posesión de lo absoluto
Ardiente vida en Éxtasis inefable.
Bogotá, febrero 15 de 1881
martes, 29 de marzo de 2016
LIGERAMENTE, So Chung - Ju
Amada,
me he decidido a no acudir a nuestra cita;
en cambio, a la mitad del camino
he de hacer novillos o divagar un poco.
En vez de ti
pensaré ligeramente
en la hierba.
No sé si esto sea construir un convento
entre tú y yo, sin embargo
he de hacerme ya el distraído
y construir levemente un templo de hierbas.
me he decidido a no acudir a nuestra cita;
en cambio, a la mitad del camino
he de hacer novillos o divagar un poco.
En vez de ti
pensaré ligeramente
en la hierba.
No sé si esto sea construir un convento
entre tú y yo, sin embargo
he de hacerme ya el distraído
y construir levemente un templo de hierbas.
MI AMADA DUERME - So Chung - Ju
Mi amada
está dormida
y yo me convierto en cigüeña que vuela
como la de su blanca almohada con bordados.
Las joyas carmesíes
se hunden una por una en el fondo del mar de
sueños
y experimento siempre una sensación de
despedida
cada vez que cae una y otra joya en el mar.
Mi amada se duerme
y me deja un anillo de oro fino
cuyo círculo delgado
cubre todo mi cielo.
Sin embargo, yo tengo que volver
al círculo dorado del almohadón
que sostiene el sueño de mi amada.
Y vuelvo a sentir que estoy despidiéndome.
está dormida
y yo me convierto en cigüeña que vuela
como la de su blanca almohada con bordados.
Las joyas carmesíes
se hunden una por una en el fondo del mar de
sueños
y experimento siempre una sensación de
despedida
cada vez que cae una y otra joya en el mar.
Mi amada se duerme
y me deja un anillo de oro fino
cuyo círculo delgado
cubre todo mi cielo.
Sin embargo, yo tengo que volver
al círculo dorado del almohadón
que sostiene el sueño de mi amada.
Y vuelvo a sentir que estoy despidiéndome.
ESTE CORAZÓN AMANTE - So Chung - Ju
Este corazón amante
ya ha perdido las palabras
en el silencio
y vive allá en el cielo sin nubes.
Y baja a veces por la escalera del arco iris
a descansar en la nube.
O se esconde en las gotas de la lluvia
para descender sobre las margaritas;
florecen y se mecen suaves.
Cuando se marchitan las margaritas
vuelve volando a la nube
y sube por la escalera del arco iris al sol
para vivir de nuevo en el cielo sin nubes
ya ha perdido las palabras
en el silencio
y vive allá en el cielo sin nubes.
Y baja a veces por la escalera del arco iris
a descansar en la nube.
O se esconde en las gotas de la lluvia
para descender sobre las margaritas;
florecen y se mecen suaves.
Cuando se marchitan las margaritas
vuelve volando a la nube
y sube por la escalera del arco iris al sol
para vivir de nuevo en el cielo sin nubes
miércoles, 24 de febrero de 2016
RESURRECCIÓN - So Chung-Ju
He venido a verte, Suna.
Cuánto eres tú aquí, niña.
Vienes de los cuatro puntos cardinales
con tu sonrisa
cuando voy caminando solitario por la calle
Chong-ro.
Te he echado de menos
cada vez que cantaba algún gallo en el alba.
¿Me has oído llamarte?
Oh, Suna, cuántos siglos hace ya que no te veo.
Aquel día, en que te fuiste en ataúd de flores
más allá de la montaña,
no quedó en mis ojos más que el cielo vacío,
en mis manos, ni una cabellera para acariciar.
Y cómo llovía... Tras la vela, fui abriendo la puerta
de piedra donde cantaban los búhos
y encontré un río de miles de millas...
Y cómo pudiste volver, o en qué arco iris bajaste
desde tu escondido domicilio, desde donde ni siquiera
pudiste escribirme.
En los cuatro caminos de la calle Chong-ro
un mar de nieblas, o un mar de niños y niñas
vienen charlando en el sol.
Y entre estas niñas de diecinueve o veinte años
¡oh, por fin regresas en sus ojos, en su sangre,
en su corazón
Suna, Suna, Suna. Oh, cómo te veo venir y hacerte presente
So Chung-Ju. Nació en Booan-Myon, Kochang-Kun, Chunbuk, Corea del Sur,
en 1915. Ingresa en el Instituto Superior Central de Budismo en 1933. En 1936,
ganó el premio del diario "Dongailbo" con su poema "La pared". Dejó sus
estudios de escuela y se convierte en fundador y redactor de la revista poética
"Aldea de los poetas". Actualmente es miembro de la Academia de Arte y
miembro de la Junta del Consejo Literario Coreano.
Su obra registra varios títulos entre poesía y ensayo literario, y con ella ha
merecido varios e importantes reconocimientos; entre otros, obtuvo muchos
premios de Corea. Sus obras representativas de poesía son: Serpiente
colorado (1941), El cuco (1946), La antología poética de So Chung Ju (1955),
El epítome de Sila (1960), El cielo del invierno (1968), El mito de Guilmajae
(1975), El poema de vagabundo (1976), El poema de los días de lágrimas de
flamenco (1982), etc
FUENTE: Selección de Poesía Coreana Moderna
Cuánto eres tú aquí, niña.
Vienes de los cuatro puntos cardinales
con tu sonrisa
cuando voy caminando solitario por la calle
Chong-ro.
Te he echado de menos
cada vez que cantaba algún gallo en el alba.
¿Me has oído llamarte?
Oh, Suna, cuántos siglos hace ya que no te veo.
Aquel día, en que te fuiste en ataúd de flores
más allá de la montaña,
no quedó en mis ojos más que el cielo vacío,
en mis manos, ni una cabellera para acariciar.
Y cómo llovía... Tras la vela, fui abriendo la puerta
de piedra donde cantaban los búhos
y encontré un río de miles de millas...
Y cómo pudiste volver, o en qué arco iris bajaste
desde tu escondido domicilio, desde donde ni siquiera
pudiste escribirme.
En los cuatro caminos de la calle Chong-ro
un mar de nieblas, o un mar de niños y niñas
vienen charlando en el sol.
Y entre estas niñas de diecinueve o veinte años
¡oh, por fin regresas en sus ojos, en su sangre,
en su corazón
Suna, Suna, Suna. Oh, cómo te veo venir y hacerte presente
So Chung-Ju. Nació en Booan-Myon, Kochang-Kun, Chunbuk, Corea del Sur,
en 1915. Ingresa en el Instituto Superior Central de Budismo en 1933. En 1936,
ganó el premio del diario "Dongailbo" con su poema "La pared". Dejó sus
estudios de escuela y se convierte en fundador y redactor de la revista poética
"Aldea de los poetas". Actualmente es miembro de la Academia de Arte y
miembro de la Junta del Consejo Literario Coreano.
Su obra registra varios títulos entre poesía y ensayo literario, y con ella ha
merecido varios e importantes reconocimientos; entre otros, obtuvo muchos
premios de Corea. Sus obras representativas de poesía son: Serpiente
colorado (1941), El cuco (1946), La antología poética de So Chung Ju (1955),
El epítome de Sila (1960), El cielo del invierno (1968), El mito de Guilmajae
(1975), El poema de vagabundo (1976), El poema de los días de lágrimas de
flamenco (1982), etc
FUENTE: Selección de Poesía Coreana Moderna