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sábado, 23 de diciembre de 2023

No conozco el título ni el autor

 Para hacer que una flor florezca en una rama que se mece,

¿cuántos desafíos tuvo que enfrentar la nieve?

En silencio debe haber tocado la rama.

En silencio debe haber bailado.

Deslizándose de la rama cien veces y más.

Mira este eufórico espectáculo que finalmente floreció.

"Cada primavera, donde se quemó una vez,

las ramas abrieron la cicatriz mas hermosa del mundo.

Donde se quemó una vez,

las ramas abrieron de golpe, la cicatriz más hermosa del mundo".


Tomado del seriado "True Beauty"





martes, 19 de diciembre de 2023

VALORAR LAS PEQUEÑECES - María Cecilia Murcia

 La fisioterapia es la profesión de mi madre, especializada en rehabilitación de personas con discapacidad de origen neurológico. Fundó una institución que duró 49 años y yo trabajé allí por 33 años. La orientación estaba basada en su conocimiento, pero con su forma particular de ver la vida.

Practicaban los exámenes pertinentes para cada profesión que hacía parte del grupo de rehabilitadores, educadores, trabajadora social, nutricionista y médicos. Con estos resultados se programaba una reunión con los padres de la persona atendida y en esta se le comentaban los hallazgos y se mencionaba el alcance que se pretendía. Lo sorprendente para los familiares, era enfocarse en lo que se haría con lo que se encontraba bien, lo que se podía trabajar y no estrechar más la visión con limitaciones, sino con posibilidades.

Así que allí, festejábamos que una persona que requería asistencia en la alimentación, empezara a ser semi dependiente, o que la consistencia de los alimentos pasara de líquidos a blandos, o que ya pudiera extender un brazo y agarrar un objeto, o que empezara a tener equilibrio al caminar, o que lograra finalizar un año escolar. Eran tantas las cosas que nos emocionaban y maravillaban, porque entendíamos la vida con el valor que tienen las pequeñeces.

Era muy estimulante porque nos despojábamos de la idea de perfección y valorábamos los logros y eso nos mantenía con un espíritu agradecido.

En la época de navidad, con frecuencia, recibía la oferta de visitas para dar regalos. Eso era bonito, que las personas quisieran dar. Eso me emocionaba, porque tenía un cómplice con quien programábamos tocarles el corazón de una manera inimaginable. Él tiene parálisis cerebral atetósica espástica con cuadriplejia, movimientos involuntarios y mucha tensión en sus brazos y piernas al hacer cualquier movimiento. Lograba hablar muy bien y con su forma de entender la vida y su inteligencia, su charla era un regalo.

Los visitantes, que eran unos diez, estaban alrededor de este maravilloso “ángel”, quien presentaba la institución y les hablaba de sus vivencias personales, de sus capacidades, limitaciones y sus logros. Todo lo expresaba con tal alegría y yo lo miraba encantada, como una madre orgullosa de su hijo. Estaba totalmente entregada a escucharle. Cuando él finalizó y se retiró, entonces volteé a mirar a nuestros visitantes y todos estaban llorando. Les pregunté por qué lo hacían y me respondieron que se sentían que no sabían aprovechar sus vidas y que ellos pensando que estarían reconfortando a personas en mala situación, se dieron cuenta que era lo contrario, que no sabían aprovechar, ni agradecer todo lo que tenían. Fue tanto su agradecimiento, que se sintió que esos corazones, ya no serían los mismos.

Por eso te invito a valorar las pequeñas cosas que te suceden, súmalas y así tendrás mucho por agradecer y posiblemente te hagan sentir dicha y esta siendo una constante, te pueda hacer feliz.

Hay un versículo motivante y que es un buen consejo, nos sugiere enfocar nuestros pensamientos: “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.


domingo, 3 de diciembre de 2023

TE DOY MI ALMA DESNUDA - Juana de Ibarbourou

 Te doy mi alma desnuda,
Como estatua a la cual ningún cendal escuda.
Desnuda con el puro impudor
De un fruto, de una estrella o una flor;
De todas esas cosas que tienen la infinita
Serenidad de Eva antes de ser maldita.
De todas esas cosas,
Frutos, astros y rosas,
Que no sienten vergüenza del sexo sin celajes
Y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.
Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
¡Que tuviera una intensa blancura de azucena!
Desnuda, y toda abierta de par en par
¡Por el ansia del amar!