Cierro mis párpados y estoy de nuevo allí
La bruma ha invadido la casa en la montaña
Su aroma dulce sorprende a mi olfato
Pienso en algodón de azúcar y me siento niña
En las nubes hay crema de leche y cerezas
Quizás era cierta la historia de María Luisa.
Los perros ladran en interminables ecos
Los pájaros gorjean en armonía perfecta
El río presuroso silba entre las piedras
Las sirenas se deslizan peinando sus melenas
Los campesinos premonizan su recorrido
Tributan en sus sueños y fantasías
Quizás era cierta la historia de María Luisa.
Dulce infancia que todo lo puede
Me refugio en tu manto inocente y simple
Necesito que esa belleza me recorra
Me de nuevos aires en este tránsito
Todo era posible cuando era tuya
La vida sigue siendo mágica y bella
Solo necesito tus ojos,
Quizás era cierta la historia de María Luisa.
María Cecilia Murcia Segura
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